Por Alfredo Torres Rivera

Supervisor Académico

Programa Música 100×35

 

Una tarde de febrero, acompañé a mi hijo Gustavo a una práctica de su equipo de voleibol en el Club Coquí en Cupey.  El encuentro sería a las 6:30pm aunque la práctica de su equipo comenzaba a las 7:45pm.  Para Gustavo era sumamente importante llegar a las clínicas para acomodadores que reforzarían sus destrezas al momento de ejercer ese rol en el torneo que comenzaría en marzo. Yo disfrutaba la charla de temas cotidianos con otros padres mientras escuchaba al entrenador cuando enfatizaba la forma correcta de ubicar las manos y los dedos para colocar correctamente el balón.  De esta manera, el acomodador ayudaría al rematador del equipo a terminar la jugada y ganar el punto.  Este esfuerzo individual colaboraba grandemente para alcanzar la meta del colectivo, ganar el juego.  En ese mismo momento y a solo 10 minutos de la cancha, terminaba otro tipo de entrenamiento.  El mismo tenía como meta presentar un concierto para su comunidad.  Los estudiantes del Núcleo de San Juan del Programa Música 100×35 afinaban detalles minúsculos para demostrar la manera en que cada uno de ellos aportaba para que la agrupación luciera al máximo.  

Pertenecer a un equipo deportivo, al igual que a una agrupación musical, require que sus miembros conozcan, comprendan y vivan las destrezas del trabajo en equipo (Criss, 2010).  Cuando un jugador piensa en el logro individual, pierde el enfoque de la meta colectiva y la hace poco accesible.  En las agrupaciones musicales es necesario que el protagonismo se distribuya entre cada uno de los instrumentistas mientras los demás miembros de la agrupación apoyan su gestión.  Así como el acomodador del equipo de voleibol se desprende de la bola para que otro anote el punto, de la misma manera el flautista se desprende de la melodía, la pasa al violin mientras la percusión y los vientos bajan su volumen para que luzca la melodía que interpreta otro compañero.  Todos estos roles son importantes para alcanzar una meta común, la interpretación de una pieza musical.  Hay cinco factores que deben tomarse en cuenta para que una orquesta o agrupación musical logre las metas como equipo.  Estas son: enfoque, roles y responsabilidades, aprendizaje y práctica, relaciones personales saludables y celebración de los logros (Barrett, M. 2017).

Música 100×35 es un programa de enseñanza musical grupal en el cual se establecen metas musicales y sociales colectivas para cada participante y sus familias.  El personal del Programa trabaja basado en planes de trabajo a corto, mediano y largo plazo lo cual mantiene claro el enfoque de la meta.  Todos los participantes, no importa su nivel de ejecución, están informados de su rol y responsabilidad en la agrupación para hacer ajustes musicales y complementar el trabajo de sus compañeros.  El proceso de aprendizaje y práctica del instrumento es consistente y supervisado por nuestros maestros, alcanzando pequeñas metas en cada clase o ensayo.  Nuestro Programa promueve las buenas relaciones entre su personal, los participantes y sus familias.  Nuestros Magnos Conciertos, Conciertos de Núcleo, Conciertos y clases virtuales brindan esta interacción y camaradería que se observa en cada uno de nuestros niveles de orquesta.  Todos los participantes del Programa Música 100×35 siguen y respetan las indicaciones de su director musical quien funciona como el líder del equipo.  De esta manera, ofrecemos una experiencia de vida a nuestros alumnos que los ayudarán a afrontar correctamente las dinámicas de su futura vida laboral.  Por otra parte, también le ofrecemos a nuestros maestros la oportunidad de desarrollar su liderazgo y dirigir el proceso conducente a alcanzar la meta.  Al final de cada jornada, aplaudimos y reconocemos el esfuerzo de cada uno de los protagonistas y celebramos el producto del trabajo en equipo estructurado y planificado. 

 

 

Referencias

 

Barrett, M. (2017).  What the Symphony Orchestra Taught Me About Teamwork.  Retrieved November 4, 2020, from https://social.hays.com/2017/11/27/orchestra-taught-team-work/

 

Criss, E. (2010).  Teamwork in the Music Room.  Music Educators Journal, 97(1), 30-36.  Retrieved November 3, 2020, from http://www.jstor.org/stable/40960175